INVITADOS

 Alejandro Bañuls, nacido en 1981. Ingeniero de profesión, asesora a las empresas a
gestionar la I+D+i. Se confiesa adicto a la música… de cualquier género.

Alejandro nos comenta:

Si me preguntas sobre mis aficiones, se reduce a exactamente una: la fotografía. Hacer fotos
actúa en mí casi como una terapia. Me relaja muchísimo. Cuando me centro en “mirar” me
ayuda a evadirme del estrés diario.

A pesar de que llevo haciendo fotos desde que tengo uso de razón, no fue hasta cumplir los 20
años cuando compré mi primera réflex “de verdad”, una Canon 400D. Aunque en estos 20 años
han pasado algunas cámaras entre mis manos, actualmente, trabajo con Leica, porque considero
que es la herramienta que mejor se adapta a mi estilo.
En los inicios, mis intereses se centraron en la fotografía de paisajes y la arquitectura a color.

Sin embargo, los últimos dos años, a raíz de la pandemia, mi enfoque ha sido limitarme a la
fotografía callejera en blanco y negro.
Veo en blanco y negro, en luz, en sombras.

La fotografía en blanco y negro representa la pureza, la simplicidad, la profundidad. No hay
ningún tipo de distracción a causa del color… eliminarlo, permite centrar la atención en el
contraste, la textura, la luz en su estado más puro. Recordemos que la fotografía es luz.
El hecho de limitarme con el blanco y negro y a emplear, únicamente, las focales de 28 y 35mm
alimentan mi creatividad y creo que me ha ayudado muchísimo a evolucionar y a crecer
fotográficamente.

En cuanto a mis gustos personales o visión fotográfica, destacaría lo siguiente:
Me gusta usar fondos arquitectónicos o patrones minimalistas, trabajar con las líneas, las
geometrías y las simetrías e integrar a personas solitarias en su entorno urbano.

Me gustan las imágenes compositivamente ordenadas y claras, en las que el ojo del espectador
se dirija directamente al sujeto principal y no se distraiga de nada supletorio.

Me considero un obsesionado de la composición. Me gusta mucho cuando una línea termina en
una esquina, o convergen en el sujeto principal, por ejemplo. Aunque esto no es importante para
el efecto de la imagen en absoluto, para mí personalmente es la guinda del pastel y siempre me
gustan mucho los detalles como este.